Extracto del Capitulo 1:

Australia no era parte del Continente pero sí una colonia muy cercana a Mu. Otras islas actuales constituyeron en el pasado, parte integrante de ese Gigante del Pacífico. La parte norte de California en los Estados Unidos de Norteamérica, mas exactamente San Francisco hasta el Monte Shasta (hoy considerada una montańa sagrada y venerada con mucho respeto por gente que vive cerca y los visitantes) fueron parte integrante e importante de Mu.

Fue también la primera zona que se hundió, separándose de esta manera Mu de Amaraka.

La Isla de Pascua (Rapa Nui) ubicada ya en la Polinesia fue el extremo sur-este de Mu. Hoy constituye parte de Chile y se encuentra a cinco horas en avión desde Santiago. Existe aún en esta isla, considerada también con mucho respeto por sus habitantes pascuenses y visitantes, como lugar sagrado, un muro muy semejante al que tenemos en Saqsaywuamán (Qosqo – Perú). żQué dirá ese testigo mudo, que a lo mejor nos está hablando y no lo escuchamos?...

En fin, muchas islas, archipiélagos, etc. del Pacífico, fueron parte de ese enorme continente llamado Mu, que fue origen (según mis maestros) de todas las razas humanas que poblaron posteriormente la Tierra y de la cosmovisión mundial, que se fue adecuando y escondiendo en los diferentes lugares de nuestro planeta, constituyendo seguidamente asociaciones espirituales, escuelas iniciáticas y finalmente religiones que se esparcieron sobre la faz de la tierra, en determinados puntos geométricos... conocidos por algunos... La Verdad está oculta en ellas...

La idea de Mu pasa pues de ser un sueńo improbable a una realidad irrefutable, sólida, cuando se la encuentra narrada por la tradición de los pueblos, escondida en la entrańa misma de la Tierra, quizá cuidada con mucho celo por sabios, como nuestros maestros o conservada en la memoria histórica de la mayoría de las civilizaciones de todas partes del mundo y que nos llevan a considerar un origen único para la humanidad.

Cuando Mu se hundía lentamente en el Pacífico, partieron con premura expediciones mas organizadas y autorizadas al Este y Oeste del Gigante para salvaguardar la cultura. Los que vinieron hacia Amaraka, o sea al Este, dieron origen sucesivamente, a los grandes imperios andinos, mayas, aztecas, atlantes y egipcios (otros menos conocidos también). Los del Oeste, o sea hacia Asia, dieron origen a todas las culturas asiáticas, incluyendo el Tibet, donde aún existen escritos con esta historia...

Se dice que iban conquistando por todas partes amorosamente, sin violencia, a todos los grupos tribales que iban encontrando y asimilándolos pacíficamente a sus enseńanzas. Esta sería la razón por la que en todas partes se encuentra el mismo principio de vida, el origen común de las escuelas iniciaticas y religiones posteriormente. Existe pues un Dios, no hay dos, con diferentes nombres. Uno Solo, que fue el origen de la creación, de la generación de vida, de la involución y finalmente de la evolución.

Dio leyes para el manejo de la creación, leyes cósmicas que rigen desde entonces, el mundo de manifestación. Mas allá – dicen los maestros – existen otras leyes que aún desconocemos. El cumplimiento de estas leyes hará la felicidad del hombre. Si nos equivocamos, adquirimos una deuda y ésta hay que pagarla de todas maneras. La infelicidad es la consecuencia del incumplimiento de las leyes. Todo el Conocimiento, se resumiría así...

Extracto del Capitulo 2:

Muchos millones de habitantes tuvo esa tierra (sesenta millones de habitantes aproximadamente en Mu, leí en algún libro o escuché a un conferencista) que fue muy grande. Así mismo fue inmenso el adelanto tecnológico y sobre todo espiritual al que llegaron. Nos llevaban miles de ańos de experiencia y desarrollo – afirmó el maestro.

Este inmenso continente ubicado entre Amaraka (América) y Asia, en el Océano Pacífico, dejó testimonios por toda la tierra: India, Egipto, Babilonia, la Isla de Pascua (Rapa Nui), Tahití, Samoa, Hawai, las Marquesas, etc., es decir en muchas islas del Pacífico, así como en China, Tibet, Camboya, Borneo.

Así mismo en las rocas occidentales de Norteamérica, en Centroamérica, Sudamérica. Restos, símbolos, leyendas, inscripciones talladas. Existen escritos de 12 a 70 mil ańos de antigüedad que corroboran la existencia de este Gigante del Pacífico, hundido en sus aguas. Cataclismos que sumergieron esta cultura y civilización, en las profundidades del mar, llevándose poblaciones íntegras como su capital Uighur. Los viejos filósofos griegos en sus libros, sus leyendas, su comunicación verbal confirman esta aseveración. Plutarco sostiene que existen “tablillas” de piedra y arcilla, como restos arqueológicos que nos “hablan” de Mu. Algunos pedazos fueron encontrados en diferentes lugares. Es un rompecabezas que debe ser armado con mucho cuidado y amor. Se dice también, que en el Museo Británico hay tres cetros de esa manufactura.

En esa tierra llena de volcanes – continuó el maestro – existieron muchos pueblos (naciones) distintos, que prácticamente hablaban el mismo idioma pero mantenían su total independencia. Con el transcurso del tiempo aparecieron otros idiomas como deformaciones del original. Estos pueblos empezaron a emigrar a otros lugares (żcontinentes?) cruzando el Gran Río (Océano Pacifico) hacia nosotros (Este) y al otro lado (Oeste), como al Sur y Norte, llevando su cultura, es decir ciencia, religión y todos sus adelantos.

Los pueblos “conquistados”, se beneficiaban.